El tatuarse es una de las acciones más nombradas en la actualidad humana, pues desde hace décadas existe una fiebre por hacerse imágenes o textos en el cuerpo en Colombia y en todo el mundo.
Es tal el afán de algunas personas (más los jóvenes) por inyectarse tinta en la piel, que sus cuerpos han sido modificados por toda clase de dibujos y expresiones artísticas.
Son tan llamativos y gustados por la sociedad que, según un estudio hecho en el 2022, el 38 % de la población mundial lleva algún tatuaje y entre ellos el 10% pertenece a las personas nacidas en Europa.
Se tiene presente que la mayoría de los tatuajes simbolizan un hecho o un sentimiento demasiado importante para el individuo que se lo hace, pues muchas de las creaciones simbolizan:
Para ser más exactos, los tatuajes no son un invento que han puesto de moda en las últimas generaciones, debido a que desde la antigüedad se empleaban esta clase de simbolizaciones, pero con un significado bastante distinto.
Tanta ha sido la importancia de esta acción hace décadas, que la Biblia incluso hace mención a esta cuestión, pero para aclarar, no se refiere a las actuales creaciones, pero sí sobre cualquier tipo de marcas en la piel.
En Levítico 19:28, un versículo de este texto sagrado, se manifiesta algo muy llamativo que puede ser un llamado para las actuales generaciones.
“No se hagan heridas en el cuerpo por causa de los muertos, ni tatuajes en la piel. Yo soy el Señor”
En este capítulo, de la sagrada biblia, Dios quiso hacer un llamado al pueblo de Israel para que pudieran vivir una vida de santidad. Una vez realizó este llamamiento, el señor les recordó que la obediencia a las leyes era fundamental para que el pueblo pudiese vivir de acuerdo a la voluntad del señor.
Además, en este capítulo 19, en el versículo 28, se hace referencia a algunas de las prácticas de los pueblos paganos, entre esas prácticas se hace mención a hacerse cortes y heridas en el cuerpo como símbolo de duelo.
Esto era tomado en ese entonces como una manera de rendir culto a los muertos. Incluso, también era la manera de distinguir a quién pertenecía un esclavo.
A diferencia de la actualidad, según el portal digital ‘Cope’, la técnica que empleaban los que hacían esta práctica era realizar una herida con un objeto afilado para, posteriormente, rellenarla con tinta.
Por estos escritos, son muchos los religiosos que se adaptan a este versículo de Levítico, pues justifican su actuar y su negativa a las personas que se tatúan, porque creen que sería mantener una costumbre pagana de la antigüedad, en donde se endiosa a seres no relativos para este tipo de religión.
En cambio, otros participantes de estas creencias, manifiestan que con tal de que los tatuajes no sean para endiosar a un ser, se pueden efectuar sin ningún problema, debido a que, como se dijo con anterioridad a día de hoy, son usados por la mayoría de personas en situaciones únicas.