Cualquier persona que pierde a un ser querido; ya sea un familiar o una amistad; por una enfermedad terminal l algún accidente, siente un gran vacío. Sin embargo, es aún peor saber que tu pequeña hija padece de una enfermedad incurable que la terminará matando.
Unos padres vivieron esta situación; ellos hacían todo lo que hacía falta para que los últimos días de su hija fueran sus mejores momentos posibles. El padre; Zhang Liyong, era un granjero de Sichuan, un pueblo chino. Él tomó la decisión de cavar una rumba cerca de su casa; para llevar a su hija todos los días a la tumba y que ella se pudiera acostumbrar; así, al momento de su muerte, ella no sentiría miedo.
La familia empezó a ahorrar dinero y a pedirle a sus vecinos y familiares; para poder someter a la niña a una posible cura o tratamiento; sin embargo, no tuvieron suerte, ni los tratamientos surgieron efecto ni los médicos tenían fe en que la niña se salvaría. Incluso, los médicos le dijeron a la familia que la niña no duraría mucho con vida.
La niña, Zhang Ixinlei; fue diagnosticada con Talasemia a sus dos meses de edad; esta es una enfermedad congénita. Todo lo que sus padres ganaban y los ahorros que tenían; fueron destinados a salvar la vida de la pequeña. Ellos llegaron a gastar 28. 000 dólares en tratamientos y consultas médicas; esta es una gran cantidad si tomamos en cuenta los salarios de los padres de Ixinlei.
Ya nadie les prestaba dinero para poder pagar los tratamientos de la niña. La pequeña Ixinlei necesitaba de transfusiones de sangre periódicas para poder seguir con vida; lo cuál fue muy difícil para los padres, ya que ninguno era compatible con ella.
Es entonces cuando Liyong, desesperado por no poder salvar a su hija; decide cavar una tumba para hacer que los últimos momentos de la niña fueran los mejores y ella no viera la muerte como algo malo.
Esta historia tocó el corazón de la mayoría de la población de China. Él padre, al ser entrevistado comentó “ lo único que se me ocurrió al saber que ya no podía hacer nada para salvarla; fue cavar una tumba en su lugar de juego favorito y acompañarla a diario y acostarme con ella dentro; ya que sería allí donde ella descansará en paz".
Liyong esperaba que esto ayudara a que Ixinlei no se asuste cuando su momento llegara. Debido a lo viral que se volvió la noticia, ellos lograron recaudar 20. 000 dólares, lo cuál era la mitad del dinero que se necesitaba para el tratamiento.
Al no conseguir los fondos necesarios, la pequeña Zhang Ixinlei terminó muriendo por la enfermedad; tristemente los padres los padres no pudieron hacer más por ella.
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