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“Eres joven, tendrás más hijos”, le dijo el doctor cuando se le cayó el bebé al piso

Sostener un bebé recién nacido puede resultar ser abrumador, y es que estos son tan delicados que nos da miedo hacer algo mal. En lo general, cuando un bebé nace es atendido por los doctores, las enfermeras y la madre. De modo que, se supone que al menos los dos primeros ya tienen mucha experiencia en el tema. Por lo que, fue una total sorpresa para Kristal Amezquita, cuando su hijo recién nacido fue dejado caer al suelo al nacer. Sin embargo, esto no quedo ahí; porque lo primero que le dijo que el doctor fue: “Esta bien, aun eres joven, podrás tener más”.

Amezquita tuvo un complicado embarazo; ella tenia 21 semanas de embarazo cuando fue ingresada a la sala de partos de un hospital; ella ya no lograba soportar el dolor de estómago que tenia. Las enfermeras se alargaron al ver si estado, e inmediatamente llamaron al doctor. Fue entonces cuando ella recibió terribles noticias.

Ella escribió en Love What Matters: “Me dijo que las membranas de la bolsa estaban sobresaliendo; y que ya estaba empezando a gotear; es decir, ya estaba en trabajo de parto. El agua que Ian necesitaba para poder sobrevivir estaba saliendo. También dijo que mi cuello uterino se había abierto y que la placenta había entrado en contacto con el canal vaginal; lo cual estaba cuando una infección. En ese momento, solo tenia dos opciones: acelerar mi embarazo o dejar que mi cuerpo continuara su curso.

Mi corazón estaba roto, mi mundo se estaba despedazando. ¿Cómo pude pasar de estar emocionada por tener 21 semanas y ver a mi bebe crecer en mi interior a saber que no podría salir del hospital con él? Al final, decidió optar por la segunda opción.

Después de ponerme la epidural me pusieron un catéter; y en menos de media hora ya me sentía muy incómoda, por lo que llame a la enfermera y le dije que me quitaran el catéter, que lo estaba sintiendo, pero ella dijo que con la epidural yo no debería de sentir nada. Mientras ella y el ginecólogo me estaban examinado, rompí fuente. Aquí fue donde me enojé. Entendía que era lo que estaba ocurriendo, estaba perdiendo a mi bebé.

Ellos me trasladaron a otra cama, donde precedieron a sacarme al bebé. Ellos me preguntaron que si lo quería sostener, pero les dije que quería que primero me extrajeran la placenta.

Lo siguiente que supe fue que mi bebé cayó al suelo. Estaba totalmente impactada, el ginecólogo lo dejo caer al suelo cuando nació. Y lo único que me dijo era que estaba bien, que aun era joven y podría tener más. ¿Cómo él me puede decir que estoy bien cuando acabo de perder a mi bebé? No podía creer lo que acababa de pasar. Ian era muy pequeño, y cuando se resbalo ellos no lo atraparon. Él solo pesaba 10 onzas.