Antes de morir, desde su cama en un hospital de Virginia; Estados Unidos, Beth Laitkep le preguntó a su amiga Stephanie Culley, si le podía hacer un favor. Beth estaba postrada en cama con cáncer de mama terminal; con solo 39 años iba a morir, dejando huérfanos a 6 niños.
Cuando su estado empeoró y el cáncer se empezó a propagar hasta su columna vertebral y a su cerebro; el padre de los 6 niños los abandonó.
Beth fue diagnosticada con cáncer mientras estaba embarazada de su hijo Ace; por lo que tuvo que ser sostenida a una cesárea de emergencia, para poder empezar el tratamiento lo más rápido posible.
Cuando su estado se hizo más grave, ella le preguntó a su amiga: ¿sí no sucede un milagro, y no sucederá, puedes cuidar a mis hijos como si fueran tuyos?”.
Stephanie acepto inmediatamente; en solo unos minutos su familia ya tenia 6 integrantes nuevos.
Lo que sucede era que Beth no quería que sus hijos crecieran en un lugar desconocido; por lo que mientras ella estaba en el hospital; sus hijos se quedaban en la casa de su amiga.
Como ellos ya estaban viviendo con la familia de Stephanie, la transición de vivir de manera definitiva con ellos fue más fácil. Los niños continuaron visitando a Beth en el hospital por todo un mes, hasta que esta falleció. Lo bueno fue que los niños tenían un entorno familiar, lleno de apoyo y amor, a la hora de enfrentar este doloroso capitulo en su vida; en el cual perdieron a su madre.
Lo último que Beth le pidió a Stephanie fue que esta le dijera a sus hijos cuanto los amaba; y que ella la quería mucho.
La amistad de Stephanie y Beth fue evidente cuando esta adopto 6 hijos; ya teniendo tres, solo para mantener junta la familia de su amiga.