Un hombre reconoció el error que cometió con su matrimonio. Este fue su mensaje, el cual generó muchas reacciones:
“En la vida vivimos fases diferentes. Hace un año me separe de mi esposa. Yo la deje por otra, una mujer más bella. Mi ex era gorda, su piel tenia celulitis y tenia estrías. Sus pechos estaban caídos y tenía un vientre que sobresalía.
A ella no le importaba si vestía bien. Nunca utilizaba lápiz labial, y a menudo utilizaba zapatos viejos. Nunca utilizaba esmalte de uñas y muy rara vez se depilada. Tampoco utilizaba sujetador y no se depilada las cejas
En resumen: no había nada que me atraía a ella. La mujer que conocía no era más que un recuerdo.
Después de un año de verla, la vi como era antes. Ella irradiaba felicidad. Estaba súper hermosa y había perdido peso. Utilizaba un labial rojo y un vestido bonito. No parecía que hubiera pasado por tres embarazos. Y fue ahí cuando me senté y pensé que lo kilos de más eran por su último embarazo. Que ella tenia el vientre hinchado, pero que ese vientre me había dado los regalos más hermosos del mundo.
La celulitis había aparecido porque nunca tenía tiempo para ir al gimnasio, ella solo tenía tiempo para cuidar de los niños. Tampoco tenía tiempo para poder cepillarse el pelo, depilarse o de maquillarse. Además, no utilizaba sujetador porque así podía amamantar más fácil a nuestro hijo más pequeño.
Ella cocinaba y limpiaba con una sonrisa en su rostro. Amaba a su familia y su vida era perfecta.
Les diré algo, se lo que es tener una verdadera esposa en casa, pero lo terminé destruyendo. Yo le dije que no la quería.
No pude apreciar o entender la verdadera felicidad de tener una esposa y a la madre de mis hijos conmigo.
Ahora paso mucho tiempo con mi hijo más joven, Benjamín. El solo tiene un año. Ya los otros son mayores y no necesitan tanta atención.
Ella entendió que no necesitaba de un idiota como yo.