Debemos de reconocer que la broma de aplastar la cara del cumpleañero/a contra el pastel es una pésima tradición, además, causa un innecesario desperdicio de comida. Nadie en su sano juicio quiera destruir su pastel, y menos que alguien te llegue por detrás y te azote tu cabeza contra él.
Afortunadamente, esta es una práctica que ya está siendo dejada en el olvido, pero aún hay personas que lo utilizan. La reacción de este niño ante esta broma es digna de un Oscar: y es que él decidió asustar a todos los presentes después de que destruyeron su pastel con su cabeza.
El video muestra al pequeño soplando las velas y, alrededor suyo, a una manada de amigos —o hienas, en este caso— esperando el momento perfecto para atacar. Cuando le quitan las velitas al pastel, entre todos los chicos toman la cabeza del cumpleañero y la aplastan con ganas sobre el postre, cosa de no dejar ni siquiera un rastro de dulce.
Pero nadie esperaba que el cumpleañero reaccionara así, con ese gran nivel de actuación: apenas levanta la cabeza después del “tortazo”, el chico se desploma en el piso como si se hubiese desmayado por el empujón. En ese instante, las risas y carcajadas de sus compañeros se transformaron en miradas de preocupación y mucha tensión.
Cuando la madre del chico se acerca entre preocupada y sorprendida para ver cómo está, el pequeño revela su secreto y se levanta como si nada, riéndose y causando la subsecuente furia de su madre.
Ésta le empezó a dar unos fuertes palmetazos, asustada por lo que podría haber pasado y diciéndole que jamás vuelva a hacer eso. No la vimos tan preocupada cuando la cabeza de su hijo estaba bajo decenas de manos amenazantes, igualmente… No sabemos si al cumpleañero realmente le molesta la tradición o si quería hacer una humorada a sus amigos, pero de todas maneras esta anécdota sirve para poner el tema de los “tortazos” sobre la mesa y cuestionarnos una tradición que tan poco aporta a nuestras vidas.