La apnea obstructiva del sueño es considerado un trastorno grave. Por este motivo es que resulta ser tan preocupante cuando la padecen los más pequeños de la casa.
¿Qué es?
Este es un tipo de apnea que se produce cuando los niños duermen provocando el cierre parcial o completo de las vías respiratorias. Es decir, mientras los niños están durmiendo, en un determinado momento dejan de respirar. Cuando esto ocurre ellos suelen despertarse; lo que altera su sueño, provocándoles fatiga y somnolencia durante el día.
Los motivos por los que los niños pueden sufrir de este trastorno son varios; a continuación, se encuentran algunos:
Hipertrofia adenotonsilar: las glándulas adenoides; los cuales son un tejido situado en la parte alta de la garganta; son demasiados grandes lo que provoca la reducción del espacio por el que el aire pasa.
Obesidad: el exceso de grasa Se puede acumular en los tejidos blandos que rodean las vías aéreas, provocando un estrechamiento que derive en apnea.
Enfermedades neuromusculares: estas suelen tener como síntoma la pérdida de fuerza muscular que puede provocar apnea del sueño en los niños. Tienen un carácter progresivo.
Síndromes craneofaciales: este tipo de malformaciones pueden afectar las vías aéreas, provocando alteraciones y una mayor predisposición a sufrir apnea del sueño.
Signos y síntomas:
Los ronquidos son peor de lo que parecen, los expertos aseguran que los ronquidos constantes ponen en peligro la salud. Por lo que están estudiando la posibilidad de que se regenere el tejido dañado por las vibraciones que producen los ronquidos.
Los niños pueden roncar, presentar sudoración nocturna sin motivo aparente; sonambulismo o terrores nocturnos. Las consecuencias de estos síntomas; si ocurren de noche, pueden provocar hiperactividad , cefaleas y déficit de atención durante el día.
También, si tu niño te dice que se ha despertado sin poder respirar o que tiene miedo a quedarse dormido porque no va a poder respirar, entonces debes de prestarle atención y acudir al médico.