Aunque traer trillizos al mundo es un verdadero testimonio del milagro que es la vida; para Jeaneta Bente, una mujer rumana de 32 años de edad; que vive en extrema pobreza, no era algo que mirara con mucha emoción; ya que ella no tenía los recursos para necesarios para poder mantenerlos.
Así que ella pensó que estaba tomando la decisión correcta al abandonar a sus hijos recién nacidos en un hospital.
Bente tenía tres hijos mayores; por tanto, sabía que no podía cuidar de tres más. Pero al final, su historia atrajo la atención nacional; después de que funcionarios de bienestar infantil indicaron que necesitaban la firma de la madre para que otras familias pudieran adoptar a los bebés.
Ante esto, ella tomó la decisión de volver al hospital; para firmar; y aunque ella es analfabeta; pudo firmar utilizando su huella digital.
En los Estados Unidos; muchos estados tienen leyes que aseguran un refugio para los niños abandonados. Bajo estas leyes, las personas que no tienen la posibilidad de cuidar de sus hijos; y de manera anónima y sin temor a ser procesados; pueden renunciar a la custodia de un niño que tenga desde varios días hasta varios meses, en un hospital, estación de bomberos o en el departamento de policía. Algunos estados también especifican que las iglesias son un lugar para asegurar el refugio.
Afortunadamente, los trillizos fueron descubiertos de manera segura y han sido trasladados ha un hogar para niños; en el que serán adoptados por una familia que les brindará amor.
Al final, Bente no los abandonó porque no los quería; sino porque no tenía ninguna posibilidad de darle lo que ellos necesitan, ella no podía cuidar de ellos ni los podía alimentar. Pero ella espera que ellos tengan una mejor vida de los que ella le podía dar.
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