Maria das Graças fue secuestrada por “Doña Therezinha”, a quien la anciana llamaba “su ama”. Gracias a una vecina que dio con su paradero y supo que ella vivía amenazada con salir o hablar con alguien de afuera, fue que logró ser libre.
Una anciana de 76 años de Rio de Janeiro, vivió un hecho bastante traumático después de que una mujer la mantuviera presa en su casa, en condiciones inhumanas, en condición de esclava. Afortunadamente una vecina dudó de las condiciones en las que vivía la señora e hizo lo posible por sacarla.
Maria das Graças de Sousa Rodrigues, un día desapareció de su hogar. Según los informes policiales podría haber sido un secuestro, razón por la cual su familia puso una denuncia que abrió toda una investigación. Las pistas daban a un sitio a 900 metros de la comisaría, en un sector residencial. Una de las vecinas quedó en contacto con la sobrina de la señora Maria luego de no hallar más pistas.
Leandra da Costa, una de las residentes del barrio vio un día que tras las rejas de su vecina había una anciana que no lucía muy bien, así que se le acercó y le preguntó si estaba bien, a lo que ella respondió que “su ama” la estaba llamando.
La actitud sospechosa alertó a Leandra quien junto a otros vecinos comenzaron a sospechar. La casa en cuestión pertenecía a Therezinha da Silva Moraes, mejor conocida como “Doña Therezinha”, una mujer de 82 años que aseguró que la otra mujer era un familiar suyo y que estaba siendo bien cuidada.
Sin embargo, esta respuesta no convenció a Leandra, por lo que al día siguiente se acercó a la reja e intentó llamar a Maria por su nombre. Al primer intento esta no le hizo caso, pero en la noche cuando Doña Therezinha parecía dormir, la anciana de 76 años se asomó a la reja y dijo que su ama no la dejaba salir, no le daba acceso a la llave ni le permitía hablar con nadie. Cuando da Costa le preguntó si quería ser ayudada, la abuela respondió que si.
Leandra se comunicó con la policía y en un allanamiento sorpresa encontraron a Maria, desnutrida, viviendo entre perros y vestida con harapos. Doña Therezinha fue detenida y acusada de encarcelamiento privado y malos tratos.
Después de rescatar a la anciana de 76 años, la reunieron con su familia, quienes notaron su evidente estado de delgadez pero estaban felices de que estuviese a salvo, quedando eternamente agradecidos con Leandra, su heroína.