Si eres de las personas que pisa las cucarachas casi de forma automática, te contamos las razones por las que deberías buscar otras maneras de eliminar a estos temidos insectos.
Matar una cucaracha puede ser considerado como un acto de instinto. Ya sea por temor o por la repulsión ocasionada, para algunas personas es casi inevitable pisarlas cuando aparecen en un espacio del hogar. Sin embargo, los expertos aconsejan no poner en práctica dicha técnica para acabar con este insecto ni con otros, como las arañas.
Asimismo, varios especialistas dan cuenta de que golpearlas con una revista o un periódico tampoco es muy aconsejable. Pero ¿por qué no se debe utilizar todos estos recursos para matar a estos temidos insectos? A continuación, te lo contamos.
Las cucarachas no se deben pisar porque —al hacerlo— estos animales no suelen morir. Esto debido a que tienen la capacidad de soportar hasta 900 veces su peso corporal. Así lo reveló el entomólogo y especialista en control de plagas Ryan Smith al medio ABC.
“Son insectos con una adaptabilidad extrema”, declaró el experto el referido medio. Estos animales tienen la capacidad de sobrevivir sin ningún alimento durante varios meses, así como superar lesiones graves.
“Gracias a su fuerte exoesqueleto, pueden soportar una gran fuerza. Dicho exoesqueleto también es flexible, lo que les permite cambiar fácilmente su energía a las patas para correr. Esta es también la razón por la que un simple golpe de periódico no las matará con éxito”, sentenció.
Aplastar cucarachas también es perjudicial para la salud, ya que al realizar esta acción estos animales liberan bacterias en el ambiente. En ese sentido, si estos organismos microscópicos son inhalados, podrían generar alergias.
De acuerdo con la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA, por sus siglas en inglés), estos animales portan diferentes bacterias que, si se llegan a depositar en los alimentos, podrían generar salmonela. Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) refiere que estos bichos son portadores de varias afecciones intestinales, tales como la fiebre tifoidea y la disentería.