El colesterol es una grasa amarillenta; a pesar de lo que muchos piensan, esta grasa es esencial para la vida. Sin embargo, cuando la cantidad de colesterol aumenta en la sangre, esta se convierte en una anomalía. Aunque el colesterol es producido en el hígado, un 20 o 30% viene de lo que comemos. Por lo que, es importante vigilar lo que nos comemos.
A parte de ser provocada por una dieta rica en grasas saturadas; el colesterol puede ser producido por cirrosis hepática; diabetes mellitus no controlada, falla renal, desorden en la glándula tiroides o por una condición hereditaria.
Para poder conocer mejor el concepto y el mecanismo del colesterol; primero necesitas saber que existen dos grasas mayores en la sangre:
- El colesterol.
- Triglicéridos.
Estas grasas se rompen y se unen a alguna proteína y, de esta manera; viajan juntas por el torrente sanguíneo en forma de lipoproteína. Estas lipoproteínas se clasifican en:
VLDL: lipoproteínas de muy baja densidad.
LDL: lipoproteínas de baja densidad.
HDL: lipoproteínas de alta densidad.
El colesterol HDL es el denominado colesterol bueno. Este tipo de colesterol tiene la capacidad de depurar las arterias. Cuanto más colesterol de este tipo se encuentra en la sangre, es mejor.
En cambio, el colesterol LDL es el denominado colesterol malo. Este se acumula en las paredes de las arterias; provocando, de esta manera, el en taponamiento de la misma, causando que la circulación sanguínea se vea restringida. Por tanto, debemos de procurar tener menos de este tipo de colesterol.
Síntomas que alertan de colesterol alto
- Hinchazón de las extremidades.
- Boca pastosa, seca y halitosis.
- Pesadez en el estómago e indigestión.
- Dificultades en el ritmo intestinal.
- Aparición de urticaria.
- Dolor en el pecho.
- Dolor de cabeza.
- Visión borrosa.
Tener un alto colesterol LDL puede causar enfermedades como:
- Angina de pecho.
- Infarto de miocardio.
- Dolor abdominal agudo.
- Accidente cerebro vascular.
Remedios populares para reducir el colesterol LDL
Remedio #1: según creencias, tragarte un ajo partido por la mitad puede ayudarte.
Remedio #2: comer una manzana en ayunas.
Remedio #3: ingerir alimentos como el brócoli, nueces, almendras, avena, espinacas, zanahorias crudas, pomelo, entre otros.