Categories
Curiosidades

¡Detente! Estas son las razones por las que no debes comer rápido

La velocidad a la que ingerimos los alimentos influye en la respuesta que tiene el organismo sobre los mismos. A pesar de que este esto es algo que no se tiene en cuenta en la mayor parte de las dietas, resulta ser importante. Por tanto, te diré varias razones por las que comer rápido es malo para tu salud.

Puede que en alguna ocasión hayas escuchado que masticar bien los alimentos mejora la digestión. El proceso digestivo empieza a nivel bucal, donde los alimentos que consumimos se impregnan de la saliva para formar el bolo alimenticio.

Una correcta masticación permite que la comida se empiece a descomponer antes de llegar al estómago. Se reduce, de esta manera, el esfuerzo que debe realizar este el estómago para la disociación de los nutrientes.

Razones por las que comer rápido es malo

Existen muchas razones, pero en esta ocasión te explicaré las 2 principales, desde el punto de vista nutricional. Si comienzas dicha práctica desde ahora, conseguirás mejorar el estado de salud general.

No se inhibe el apetito con eficiencia

La saciedad es una condición de carácter multifactorial. En esta influyen mecanismos como la distensión estomacal.

También las glucemias son capaces de determinar la supresión del apetito. De igual modo, en la boca existen ya unos receptores de glucosa que, si son estimulados de manera correcta, pueden poner en marcha ciertas reacciones fisiológicas saciantes.

Por lo que, comer despacio incrementa la cantidad de glucosa que se puede absorber a nivel bucal; generando de esta manera una progresiva supresión del apetito. Las personas que mastican bien los alimentos; con calma, son menos propensas a ingerir cantidades excesivas luego, lo cual es beneficioso para controlar el sobrepeso.

Se aumenta el riesgo de molestias gástricas

Muchas personas sufren problemas digestivos. En ausencia de alguna patología concreta que los justifique, estas situaciones se pueden encontrar vinculadas por tener una mala masticación de los alimentos.

El hecho de comer muy rápido no permite desmenuzar los productos en la boca, por lo que; el estómago al igual que el intestino tienen que realizar un esfuerzo mayor. Esto se ve reflejado en una reducción de la velocidad digestiva, así como en un incremento del riesgo de molestias.

Por otra parte, engullir los alimentos provoca que se trague cierta cantidad de aire. Esta situación es perjudicial para quien tiene una tendencia de generar flatulencias a nivel intestinal. Además, el paso de todo este gas a lo largo del tubo digestivo puede causar molestia y dolor.

Son varias las investigaciones científicas que relacionan la formación de gas a nivel intestinal con la incomodidad e incluso los cólicos. Por este motivo, hay que tomar ciertas medidas al respecto. Una de ellas puede ser cuidar la microbiota intestinal. Otra, comer más despacio.