Imagínate que tienes 22 años y tienes toda una vida por delante. Ya has terminado la escuela; por cierto, con las mejores notas; tienes un novio que te quiere y tu deseo es estudiar derecho para poder ser una gran abogada. Ahora bien, imagínate que todo desaparece en un segundo; y al mismo tiempo te encuentras luchando por tu vida mientras estas viviendo tu peor pesadilla; cuando los médicos desconectan el respirador y tu familia se despide de ti. Puede que no te lo puedas imaginar; pero esto ocurrió de verdad; esto le pasó a Sammy Hemming, una chica de 22 años.
Sam siempre fue una alumna brillante en la escuela y sabía exactamente lo que quería ser; ella quería ser abogada para ayudar a las personas. Pero, a sus 22 años, sus sueños se terminaron destruyendo.
En julio del 2016; Sam iba con su novio en el auto, en el camino a casa desde la universidad. Pero ellos nunca llegaron a su destino. El auto se terminó saliendo de la carretera rodando. Sam terminó saliendo por una ventana; mientras que su novio solo salió con unos rasguños.
La situación de Sam era crítica; por lo que un helicóptero la transportó al Hospital Universitario de Coventry; en donde los doctores hicieron lo mejor que pudieron. Ella terminó siendo sometida a tres intervenciones quirúrgicas; tenía tres fracturas en un brazo y se rompió el cuello en cuatro sitios.
Pero eso no fue lo peor de todo. Los médicos tuvieron que inducirle el coma; ya que las lesiones en su cuello afectaron una parte de su cerebro.
Después de 19 días luchando por mantener con vida a Sam; los médicos le informaron a su madre; Carol, que Sam no despertaría jamás. Fue en ese momento que Carol tuvo que tomar una decisión que ningún padre debería de tomar. Pero, después de lo que los doctores le informan, ella tomó la decisión de desconectar las máquinas que mantenían a Sam con vida.
Según lo que Carol contó en Daily Mail; antes de desconectar a un paciente le dan tres oportunidades para que pueda respirar por si mismo.
Pero antes de que los médicos pudieran desconectarla por última vez; sucedió algo que desconcertó a todos. Algo se movió debajo de la colcha que tapaba a Sam; ¡ella movió un dedo!
Poco tiempo después, Sam despertó. Nadie lo podía creer; todos en la sala competían el mismo pensamiento, esto es un milagro.
Gracias al choque, el lado derecho del cerebro de Sam se encontraba completamente destruido; sin embargo, el lado izquierdo esta ileso.
Con ayuda y el duro entrenamiento que realiza; Sam se encuentra recuperando lentamente. Ahora, sus sueños de ser abogada son más fuertes, pero primero debe de sanar.
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