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Descubre como funciona la radioterapia y a quienes se les aplica este tratamiento

La radioterapia es un tratamiento que se utiliza en oncología. Este se basa en el uso de radiación ionizante; la cual puede ser rayos gamas, protones y partículas alfas. Esta técnica usa alta frecuencia para destruir las células cancerosas.

El Instituto Nacional del Cáncer define la radioterapia como un tratamiento que usa altas dosis de radiación para poder reducir y destruir tumores. Este es un procedimiento local, ya que su objetivo es aniquilar las células cancerígenas en el lugar donde se encuentran.

Este tratamiento ya lleva en práctica un siglo.

¿Cómo funciona la radioterapia?

La radioterapia consiste en utilizar alta energía para dañar el ADN de las células cancerosas; produciendo, de esta manera, pequeñas roturas en su interior. De este modo no pueden dividirse y crecer.

La radiación es efectiva porque se aplica en forma localizada sobre las células oncológicas. Estas son células que se reproducen con más rapidez que las normales y no pueden reparar el daño recibido de forma eficiente. Si bien las células normales cercanas a estas también sufren con la radioterapia, ellas pueden sanarse entre sesión y sesión.

Este es un proceso que puede llevar días o semanas, puesto que no hay muerte celular en una sola aplicación. Una vez que se ha destruido la capacidad de reproducción de las células cancerosas, el cuerpo se libera de ellas de manera natural; se descomponen y el organismo las desecha.

¿Quiénes aplican este tratamiento?

Durante el tratamiento con radioterapia intervienen varios profesionales de la medicina. Generalmente, el personal es el siguiente:

Oncólogo radioterapeuta: este es el médico encargado de supervisar todo el tratamiento con radiación para el cáncer, ya que se encuentra capacitado para administrarlo de forma adecuada.

Radiofísico: esta persona es un físico especializado en radiación. La función de este es garantizar que el equipo que emite los rayos funcione correctamente y que suministre la dosis adecuada de radiación.

Técnico dosimetrista: esta persona ayuda al médico y al radiofísico a planificar el tratamiento.

Radiotécnico: es la persona encargada de operar el equipo de radiación y de dar indicaciones al paciente.

Enfermero radioterapista: este tiene formación especial en radioterapia para poder asistir al paciente y proveer información.

 El tratamiento varía de acuerdo al tipo de radioterapia que se deba aplicar. Los tipos de radioterapia más empleados son los siguientes:

  • Interna: si la fuente de radiación se encuentra dentro del cuerpo.
  • Externa: cuando los rayos de radiación se dirigen desde fuera del cuerpo hacia el tumor.
  • Sistémica: si se emplea el uso de medicamentos radiactivos.

Efectos secundarios de la radioterapia

La aplicación de la radioterapia, como mencioné anteriormente; puede dañar las células sanas que se encuentran cerca de las cancerosas. Si bien estas células tienen la capacidad de recuperarse, se pueden ocasionar algunos efectos secundarios. Estos efectos varían según cada caso; pero los más frecuentes son los siguientes:

  • Problemas en la piel.
  • Fatiga.

Los efectos secundarios también tienen relación con el lugar del cuerpo en que se haya recibido la radiación:

Cabeza y cuello: aquí puede provocar sequedad, llagas en la boca y en las encías. También el paciente puede presentar dificultad para tragar, mandíbulas rígidas, náuseas, caries o un tipo de inflamación llamado linfedema.

Tórax: es posible que se cree una dificultad para respirar o tragar, dolor en los senos o pezones, hombros rígidos, tos, fiebre y plenitud del tórax, la cual es también llamada neumonitis por radiación y fibrosis por radiación.

Estómago y abdomen:  náuseas y vómitos o diarrea.

Pelvis: diarrea, sangrado rectal, incontinencia, irritación de vejiga, disfunción eréctil y menor recuento de esperma en el caso de los hombres, son alteraciones habituales. En las mujeres puede ocurrir una alteración en los ciclos menstruales y síntomas menopáusicos precoces.