Ya sea porque estamos casi en sobrepeso o simplemente porque deseamos sentirnos mejor con nuestro cuerpo, perder peso es algo saludable, claro está, siempre que no nos excedamos poniendo en riesgo nuestra salud.
Para facilitar el proceso podemos utilizar algunas estrategias psicológicas para adelgazar. Estas estrategias deben ir acompañadas por un tratamiento especializado de un médico endocrino, ya que nadie mejor que él podrá asesorarnos.
A menudo, la gente decide tomar la vía más rápida y perder peso de manera poco sana, dejando de comer o ingiriendo lo mínimo posible. Esto, además de ser contraproducente a la larga, la persona casi siempre vuelve a engordar, es muy perjudicial para el bienestar de cualquier persona.
Por ello, vamos a brindarte ciertas estrategias que te ayudarán en el proceso de adelgazamiento.
1. Nunca vayas a comprar con hambre, esta es una de las mejores estrategias psicológicas para perder peso
Una de las primeras estrategias psicológicas para poder perder peso es nunca ir a comprar con hambre. Este es un consejo del que se habla mucho, pero que lamentablemente muy pocas personas llevan a la práctica.
Ir al supermercado con el estómago vacío es un grave error, debido a que esto te instará a adquirir comida que no necesitas, a dejarte llevar por algunas rebajas en bollería y a decantarte por alimentos nada saludables y que, en lugar de ayudarte a perder peso, te harán ganarlo.
2. No tengas a la vista determinados alimentos
Debes de sacar de tu vista los alimentos que no te ayudan a completar tu objetivo. Si es el chocolate, por ejemplo, procura no comprarlo. No obstante, si alguien te lo regala, ponlo al fondo de tu despensa.
3. Come despacio y sin prisas
A veces no tienes otra opción más que comer rápido. No obstante, si puedes evitarlo, sería mucho mejor. Cuando comes despacio y sin prisas terminas engañando a tu estómago. Haces que este se sienta lleno antes y, por lo tanto, evitaras sentirte pesado tras comer.
Si tiendes a desayunar muy rápido y con prisa, intenta despertarte más temprano. Esto te quitará algún tiempo más de sueño, pero beneficiará tu objetivo de perder peso.
4. Trabajar la ansiedad
La ansiedad es uno de los motivos por los que puedes comer aunque no tengas hambre. Si esto es lo que te está provocando un aumento de peso sin que lo desees, comienza a poner en práctica diversos hábitos que te ayuden a trabajar la ansiedad.
5. Evita tomar cantidades excesivas
Problemas como el hambre emocional se pueden abordar a través de la psiconutrición.
¿Te sientes demasiado lleno cuando terminas de comer? ¿Siempre te sienta mal la comida en tu pausa del trabajo? La última de las estrategias psicológicas para poder perder peso es tomar determinadas acciones para evitar comer y sentirte pesado. Entre ellas:
- Poner menos comida en el plato.
- No repetir.
- No comer postre.
- Poner en el plato alimentos que sabes que no te van a hacer sentir pesado.
- Pide ayuda psicológica.