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Bienestar

Aprende los cuidados que debes tener para una buena salud física y mental

Salud física

Hacer ejercicio regularmente. Los adolescentes deben hacer ejercicio al menos 60 minutos al día. 

Siga hábitos alimenticios saludables. La alimentación saludable es una parte importante de su crecimiento y desarrollo. Debe comer muchas frutas y verduras, cereales integrales, diferentes fuentes de proteínas y productos lácteos bajos en grasa. 

Mantener un peso saludable. Los niños y adolescentes obesos tienen más probabilidades de ser obesos en la edad adulta. También tienen un mayor riesgo de otras enfermedades crónicas, depresión y acoso.

  • Dormir lo suficiente. La mayoría de los adolescentes necesitan entre 9 y 9 horas y media de sueño por noche. Muchos solo duermen un promedio de 7 horas. El sueño tiene un fuerte efecto sobre la capacidad de concentración y el desempeño escolar.
  • Cumplir con las vacunas. Es importante vacunarse contra la gripe todos los años. Si aún no tiene la vacuna contra el HPV, pregunte a sus padres y a su médico sobre el tema. Esta vacuna puede prevenir el HPV y otros tipos de cáncer, como el cáncer de cuello uterino.
  • Cepillarse los dientes y usar hilo dental. Si se convierte en un hábito ahora, se pueden prevenir problemas dentales y gingivales en la adultez.
  • Usar protector solar. Quemarse con el sol en la infancia o la adolescencia, aunque sea una sola vez, incrementa el riesgo de padecer cáncer de piel en la adultez.
  • No escuchar música fuerte. Esto puede dañar la audición para el resto de la vida.

Salud mental

Aprenda a manejar el estrés. No puede evitar el estrés, por lo que debe aprender a manejarlo. Esto le ayudará a mantener la calma y a poder actuar en situaciones estresantes.

 • Estudie y le vaya bien en la escuela. Existe una estrecha conexión entre la salud y el rendimiento académico.

 • Trate de mantener una buena relación con sus padres. Recuerde, ellos quieren lo mejor para usted. Trate de analizar las reglas que se le imponen. 

• Establecer un buen equilibrio entre la vida escolar, laboral y social.

 • No intente cubrir demasiado. Limite sus actividades a las actividades más importantes y dedíquese a estas actividades. La fuerza excesiva puede provocar estrés, depresión o agotamiento.